EL SER HUMANO
¿Cómo concebimos al ser humano? Para iniciar nuestra propuesta educativa, es fundamental que dejemos claro, cuál es nuestra comprensión de ser humano.
Hemos acudido a la comprensión egoísta del ser humano, esta comprensión egoísta subyace a la teoría económica del utilitarismo, que hasta hoy han extendido sus vertientes. Con los nefastos resultados que hoy son patentes, y que de la economía han trascendido a la política, al ámbito social y cultural, nuestra apuesta es la el principio subyacente del amor en el ser humano. Con ello no adentramos en la discusión, de si la persona humana es o no buena por naturaleza; con ello indicamos que creemos en el ser humano como hecho para coexistir, con la posibilidad de trascender-se y a ser con los demás. Esta mirada del ser humano desde el amor, no apela a una mera afectividad, tampoco se trata de crear una utopía; es un intento por ver al ser humano de una forma diferente, de apelar y explorar diferentes posibilidades en el ser humano, en las que pueda transgredirse y abrir para sí y para los otros, horizontes.
Ahora bien, la educación religiosa escolar, comprende que el ser humano es una mezcla de "un montón de cosas santas, mezcladas con cosas humanas, cosas mundanas" como canta el argentino Piero, ello nos lleva a comprender que el ser humano no puede ser leído de una sola mirada y desde una única perspectiva. La mirada que el hombre da sobre sí mismo debe contener todas las dimensiones: afectiva, social, psicoafectiva, intelectual, interpersonal y espiritual. De aquí, que tantas disciplinas se han creado, porque en el ejercicio del hombre de indagar sobre sí y la relación con todo lo que le rodea, cae en la cuenta que hay muchas formas de abordar su existencia.
En esta misma linea la persona humana, se comprende coexistiendo, es decir construyendo existencia en la medida en que existe con los demás, de aquí que comprendamos a la persona humana como un ser de suyo relacional. A una con esto, comprendemos que el ser humano cohabita en este, quizás el mejor de los mundos posibles, como diría Leibniz; entonces, es un imperativo hacer explícito que estamos en este planeta tierra, en nuestro medio natural, que requiere una actitud y acciones concretas de ecología.
La comprensión del ser humano relacional inevitablemente nos lleva a ubicarle dentro de un contexto, un contexto de intricadas relaciones; el ser humano llega a un lugar que ya ha sido delineado por otros, un lugar llenos de coordenadas, lleno de sentido que otros le han dado. La persona humana llega a un lugar previamente urbanizado, se encuentra en una determinada cultura, la cual enmarca su lenguaje, sus hábitos, la estructura de su pensamiento, su código de normas éticas y morales. Sin remedio alguno la persona humana se encuentra con una determinada forma de vivir, que no ha sido escogida por él, pero que él está en la obligación de acoger, si quiere modificarla y darle un sello personal. Porque no se trata, de que la persona llegue a este mundo y lo deje tal y como lo encontró, el asunto es que la persona humana, es humana solo en la medida en que es agente de su propia existencia, es decir, la humanidad no está dada, la humanidad está determinada por todas las acciones y decisiones que se toman y la existencia se va construyendo en la medida en que se va construyendo la sociedad. Por tanto el ser humano está llamado a llenar de sentido todo aquello que se presente como posibilidad de existencia.
Pero para poder dar sentido a lo que se presente al ser humano, es fundamental que se eduque en la cultura, conocer las raíces de las costumbres, de todo aquello que es legado pero que sigue vigente, sentirlo propio y así con pensamiento crítico determinar que se vive por dogma y qué tiene sentido para el hoy. El objetivo es plantear nuevas posibilidades de abordar todo aquello que se ha convertido en una institución, para que lo que se vive tenga sentido y se presente como posibilidad que acogemos para la existencia., no solo para sí, sino para los demás.
Como quiera el punto de partida será la persona. Nuestra propuesta de educación religiosa interpela la conciencia misma, de manera que, no se trata de que la persona se tome como receptor pasivo de la educación religiosa. Apelamos a un ser consciente y responsable de sí, de su entorno y de los demás.
El ser religioso
Apelamos a la comprensión del ser humano como un ser eminentemente religioso; hasta hace muy poco, heredabamos no solo el lenguaje y el código ético y moral, sino, que heredabamos la religión; la religión se aceptaba por cultura, quizas por imposición, pero tenia un valor de identidad, de unión con los demás.
La ERE es consciente de que esto ya no sucede así, la laización de los estados ha llegado hasta lo más intimo de las familias, de manera que la religión por imposición o por tradición ya no tienen validez alguna. En esta medida, cada persona en un acto de autodeterminación, no sabemos bien hasta que punto de real conciencia, decide en qué creer. A esto adicionamos el hecho de que la nueva era, con la exploción de las comunicaciones, especialmente de la Internet y con la globalización, nos ha acercado a culturas que hasta hace muy poco, nos eran totalmente desconocidas.
La ERE no se contrapone a lo anterior, porque entiende a la persona humana libre, entiende que en cuestiones de conciencia no hay normas heterónomas que valgan, entiende que el ser humano es libre en su proceso de humanización de creer o no creer, de creer en algo o en alguien, de determinar su propio sistema de creencias o de adherirse a algún sistema en particular. La ERE no respeta too lo anterior solo por el hecho de que todo esto esté enmarcado en normas legales, sino porque sucede de hecho, porque por mucho tiempo la sociedad pidió a gritos decidir sobre su religiosidad, esto no representa para la ERE un paso atrás, representa un paso al costado, que le implica cambiar procesos, temáticas y sobretodo, ampliar las posibilidades, para que así se amplíen los horizontes.
La ERE es consciente de que esto ya no sucede así, la laización de los estados ha llegado hasta lo más intimo de las familias, de manera que la religión por imposición o por tradición ya no tienen validez alguna. En esta medida, cada persona en un acto de autodeterminación, no sabemos bien hasta que punto de real conciencia, decide en qué creer. A esto adicionamos el hecho de que la nueva era, con la exploción de las comunicaciones, especialmente de la Internet y con la globalización, nos ha acercado a culturas que hasta hace muy poco, nos eran totalmente desconocidas.
La ERE no se contrapone a lo anterior, porque entiende a la persona humana libre, entiende que en cuestiones de conciencia no hay normas heterónomas que valgan, entiende que el ser humano es libre en su proceso de humanización de creer o no creer, de creer en algo o en alguien, de determinar su propio sistema de creencias o de adherirse a algún sistema en particular. La ERE no respeta too lo anterior solo por el hecho de que todo esto esté enmarcado en normas legales, sino porque sucede de hecho, porque por mucho tiempo la sociedad pidió a gritos decidir sobre su religiosidad, esto no representa para la ERE un paso atrás, representa un paso al costado, que le implica cambiar procesos, temáticas y sobretodo, ampliar las posibilidades, para que así se amplíen los horizontes.
LA OTREDAD.
En una reunión de narcóticos anónimos a la que acudí, (para no iniciar especulaciones, acudí como invitada), en la tradicional lectura de los doce pasos, en los pasos numero 2, 3, 5, 6 y 11, me sorprendí de oir nombrar a algún "Ser Superior", llamado también "Dios"; me sorprendí en la medida en que NA y AA no se afilian a ninguna creencia, pero si tienen claro que la creencia en alguien o en algo superior es preeminente y es evidente.
Esto mismo sucede en muchos ámbitos de nuestra cotidianidad, por más que creamos que nuestros Estados laicos, nos han dejado sin en qué creer, la verdad es que la búsqueda incesante del hombre por conocer su origen y su fin, sumado a la finitud que es patente, solo dejan como recurso la existencia de un ser superior. La persona humana de suyo, acude a algo mayor cuando las explicaciones mediante evidencias se acaban,; es más esa creencia en el OTRO llenan de esperanza y re-conforta, cuando el mundo como lo conociamos por muchas circunstancias deja de ser lo que era y se nos torna confuso y atemorizante.
¿En qué creer? ¿En quién creer? la ERE no pretende dar respuestas exactas a esas búsquedas personales, solo quiere ampliar horizontes y ofrecer recursos para que se alcancen mayores niveles de conciencia. De eso se trata , de conciencia. Porque el Ser Superior no puede usarse como recurso para excusarnos diciendo: "me equivoco porque soy humano"; el Ser Superior debe ser una aspiración y una inspiración. Aspiración en la medida en que comprendemos nuestra finitud y sabemos que nos queda como única opción la trascendencia, hacia lo infinito; de otro lado, inspiración en tanto nos mueva la humanidad, en tanto mueva nuestras entrañas y nos encamine en procesos de ser verdaderos seres humanos. Aspiración e inspiración para salir de sí mismo y llegar a los otros, con una actitud frente a la vida de gratitud, reverencia y cuidado.
Más religiones
Nuestra cultura no es la única, de manera que los sistemas de creencias, creados como respuesta a necesidades y circunstancias concretas son variados y con vertientes cada uno de ellos muy variados. En este mundo globalizado y ya sin fronteras ¿cómo convivimos con tantos sistemas de creencias? Partamos de que como proyecto de humanidad queremos convivir con los demás, ese es nuestro deseo, y si queremos vivir nos queda llegar a acuerdos, de respeto y construir el proyecto de humanidad, desde la diferencia, sin pretender construir a costa de...
DIÁLOGO
El medio de comunicación por excelencia para el hombre es el lenguaje, y por medio de la relación dialógica, se puede entablar con el otro una relación que permita la atenta escucha de la diferencia, y argumentar de manera que el otro quede incluido en lo que yo soy, y él me incluya dentro de lo que él es.
Diálogo académico, inter-religioso
El diálogo debe iniciar en la academia, por ello el curriculo de la ERE, no puede ni debe comprender la cosmovisión de un solo sistema de creencias. Pero no se trata de hacer someros recorridos de cada una de las creencias, no se trata de enmarcar en un lugar geográfico específico cada una de las creencias, entonces no se trata de poner límites donde ya no los hay. El asunto esta en comprender el sentido que para las personas practicantes o no tienen determinadas creencias y cómo esos sentidos responden a búsquedas generales y superiores, que tienen ciertos fines en común y que se constituyen en lugares que tienden a la paz, y a búsquedas interiores de común bienestar.
La apuesta es lo espiritual que una por encima de todas y cada una de las religiones, lo interior como denominador común, y como fuente inagotable de sabiduría, como el lugar de la conciencia y de la superación de la misma, al alcanzar niveles superiores de reflexión.
Frente a lo religioso, los dogmas, los cultos, el sistema de valores, pueden ceder el paso a la búsqueda de sentido, que tiene su origen en el ámbito espiritual; en el lugar de la confrontación y de la reflexión. Nuestra apuesta es la interioridad teniendo como punto de referencia la espiritualidad, sin afiliarnos a una creencia particular. Para esto, partimos de de nuestras experiencias, de nuestras búsquedas interiores y desde nuestro estilo de vida, con la meta de encontrar un dialogo en los puntos comunes y en los puntos de discrepancia acerca de una espiritualidad. Lo que subyace a nuestra pretensión es ir en busca de las raíces y de las fuentes del Dios vivo, que se manifiesta en nuestras vidas.
EDUCACIÓN
EDUCACIÓN
Libertad y obligatoriedad
La Constitución Política de Colombia, dispone en su art. 18: Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia. y en su art. 19: Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e iglesias son igualmente libres ante la ley. En este mismo sentido la Declaración Universal de Derechos Humanos de (1948), en su art. 18 expresa: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.”
De otro lado, la Constitución Política de Colombia, dispone en su art. 20: Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones; en consonancia la Declaración Universal de Derechos Humanos, estableció en su art. 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión.
Por esto decimos que, la formación debe propender por la unidad, en tanto integra a todos los sectores de la población, es un asunto que nos atañe a todos, cualquiera sea el rol que cada uno juega en la sociedad y esto es así porque la educación repercute directamente en la formación de sociedad, en la construcción de tejido social y en el fortalecimiento de la identidad nacional; pero pensando en pequeño, construye redes de apoyo[1], familias consecuencia del accionar consciente y consecuente, personas dueñas de sí, entre otros por llamarlos de alguna forma, beneficios.
Entonces, la formación de los jóvenes colombianos al ser un asunto tanto público como privado[2] se enmarca dentro de la legislación -que no son suficientes, pues no se puede pensar que con una aceptable legislación acerca de las políticas de educación los problemas están resueltos y las metas están trazadas- tomando como punto de partida la norma Constitucional, que expresa de la educación en su artículo 67[3]:
“La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del ambiente. El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación…
…Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo. La Nación y las entidades territoriales participarán en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los términos que señalen la Constitución y la ley.”.
En el artículo 68 expresa:
“La enseñanza estará a cargo de personas de reconocida idoneidad ética y pedagógica. La ley garantiza la profesionalización y dignificación de la actividad docente”
Y en el artículo 70 expresa:
“El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional”
Así mismo puesto en acción el aparato legislativo la ley 115 de 1994, título I, en su art. 1, amplia y regula la ley general de educación[4]:
“Objeto de la Ley. La educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.
La presente Ley señala las normas generales para regular el Servicio Público de la Educación
De conformidad con el artículo 67 de la Constitución Política, define y desarrolla la organización y la prestación de la educación formal en sus niveles preescolar, básica (primaria y secundaria) y media, no formal e informal, dirigida a niños y jóvenes en edad escolar, a adultos, a campesinos, a grupos étnicos, a personas con limitaciones físicas, sensoriales y psíquicas, con capacidades excepcionales, y a personas que requieran rehabilitación social”
La ley Genera de Educación, en virtud de la libertad religiosa establece en sus art. 23, 24 y 31 como área fundamental y obligatoria del currículo en instituciones privadas y públicas, la educación religiosa. Con esto, vemos que nuestra legislación colombiana determina como obligatoria la ERE, pero nosotros apelamos a la obligatoriedad de la ERE, más allá de la norma. Apelamos al derecho fundamental que tiene todo ser humano de expresarse según sus propias creencias y a crecer en ellas, como ser que actúa en conciencia para sí y como ser que se siente comprometido con su sociedad que reconoce la necesidad de trascender por el bienestar de la familia, la comunidad, las pequeñas sociedades y la nación a la cual pertenece.
La ERE es necesaria porque en ella la educación fundamenta la compresión de la persona humana, como ser en desarrollo permanente de todas sus dimensiones, que requiere ser formado de manera integral, porque el ser humano como ser en devenir tiene como tarea su ser mismo, ir a en busca de la humanización y la trascendencia, empleando como camino el diálogo, lo que le implica escuchar al otro, lo que a su vez implica no significa solo salir de la zona de confort para ir al encuentro del otro, sino, dejar a los otros entrar en la propia zona de seguridad.
[1] Expresaría Santa Teresa de Ávila: “amigos fuertes en tiempos recios”, en su Camino de Perfección, Editorial Espiritualidad, Madrid, 1971.
[2] Aquí hago alusión a la concepción griega de la educación que vivieron Sócrates, Platón y Aristóteles; se trata de un asunto que le compete a toda la polis, es un asunto público en tanto que, la educación se encarga de la formación de las almas –no en el sentido cristiano- de los ciudadanos, es decir una buena formación deportiva, epistemológica, ética y política define a los buenos ciudadanos capaces de vivir según los fines más nobles, es decir a favor de su ciudad y de sus hermanos de koinonía; así mismo una mala formación en al menos uno de esos aspectos determinará ciudadanos que causarán problemas y serán todo menos humanos. VERNANT, Jean Pierre., Los orígenes del pensamiento griego, Editorial Paidós, España, 1998.
[3] Tomado de página en línea de la Presidencia de la Republica: http://wsp.presidencia.gov.co/Normativa/Documents/ConstitucionPoliticaColombia_20100810.pdf
[4]Tomado de la página de la alcaldía de Bogotá: http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=292
Cibergrafía:
http://elnuevoserhumano.com/
http://pastoralvocacionalchimbote.blogspot.com/2010/04/quien-puede-ser-religioso-o-religiosa.html
http://iglesiasoldadosdejesucristo.es.tl/Culto-a-Jehov%E1.htm
http://tumaestraespiritual.blogspot.com/2011/05/tu-eres-un-ser-superior-divino-muneca.html